jueves, 16 de marzo de 2017

Acerca de la huelga estatal de los estibadores de los puertos

Camarada Luis López

Los acontecimientos que llevan ocurriendo en España en relación a la lucha de los compañeros estibadores se han informado, en los grandes medios de comunicación, de forma tanto fragmentaria como interesada, omitiendo puntos importantes y desuniendo las dimensiones del problema en cuestión.

Nuestro Partido debe pronunciarse ante los hechos ocurridos en la Estiba para, por un lado, unir las piezas del rompecabezas y narrar coherentemente los hechos que hasta hoy han venido teniendo lugar, y, por otro lado, para ayudar a los compañeros estibadores a no perder el norte ante el oportunismo que se ha inmiscuido entre sus filas para hacerlos servir al capital.

Los hechos se remontan a principios de febrero. Se anuncian revueltas entre los estibadores de España (con Algeciras y Valencia como epicentros) como respuesta al decreto europeo que pretendía liberalizar el sector de la estiba. Ese decreto ponía un mínimo de despidos para “rentabilizar el sector”, además de facilitar el despido de los demás compañeros y “flexibilizar los salarios” de los estibadores (resultando en salarios fluctuantes que arruinarían a muchos compañeros).

El día 8 de febrero de 2017, la cadena SER anunciaba:

Los estibadores de todo el país critican la irrupción del ministro de Fomento con un decreto ley cuando se estaba negociando la reforma del actual marco legal, tal como impone la Unión Europea. Consideran que con este decreto, los contratos indefinidos se convertirán en puestos de trabajo precarios. Lamentan que las empresas estibadoras podrán así sustituir, libre y gradualmente, a los actuales trabajadores portuarios y que los despidos serían cubiertos mediante subvenciones públicas. Por todo ello, han convocado paros en horas y días alternos desde el 20 al 25 de febrero.”

Con ello, quedaban convocadas jornadas de huelga para un futuro cercano como medida de presión al Gobierno para que anulase el decreto. Así informaba “El Economista”:

Los estibadores de los puertos han formalizado su convocatoria de huelga para los próximos días 20, 22 y 24 de febrero, en protesta por la reforma planteada por el Ministerio de Fomento para romper el 'monopolio' que este colectivo tiene del sector encargado de cargar y descargar los barcos, esto es, de gestionar las mercancías que entran y salen de España por mar. La huelga está convocada por todos los sindicatos con representación en el sector, la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, CC.OO, UGT y CIG, que además advierten de que la extenderán "si no se alcanza un acuerdo". Estos sindicatos llaman así al colectivo de 6.150 estibadores que trabajan en los puertos a parar todas las horas impares del periodo comprendido entre las 8.00 horas del 20 de febrero y la misma hora del día siguiente, y de las mismas franjas horarias entre de los días 22 y 23 de febrero, y 24 y 25 de este mes.”

El blog “El Diario” añadía.:

Los estibadores han decidido ir a la huelga. Estos trabajadores, que se encargan de gestionar la carga y descarga de mercancías de los barcos, le han declarado la guerra al Ministerio de Fomento por el decreto que pretende liberalizar el sector. Por ello, los 6.156 trabajadores de la estiba van a parar todos los puertos españoles, en horas y días alternos, del 20 al 25 de febrero, pero esta convocatoria podrá ampliarse si no se llegara a un acuerdo, advierte un comunicado de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar.”

El Confidencial” adjuntaba nuevos datos de lo que supondría el Decreto Ley que liberalizaba la estiba:

Los sindicatos del sector de la estiba han convocado paros parciales en las empresas estibadoras –a los que están llamados 6.150 trabajadores– para los días 20, 22 y 24 de febrero en protesta por la reforma que ultima el Ministerio de Fomento para cumplir una sentencia del Tribunal de la Unión Europea –donde se obliga a España a liberarlizar el sector para que las empresas estibadoras puedan contratar libremente a sus empleados–. La razón por la que los operarios de puerto se han levantado en contra de esta medida es que, de llegar a implementarse, supondría una rebaja de su sueldo del 60%.” (http://www.elconfidencial.com/economia/2017-02-10/que-piden-estibadores-portuarios-por-que-huelga-claves_1329464/)

Así, se llegó a esa primera convocatoria. El preaviso de la huelga tuvo lugar el día 8 de febrero, en Sevilla. “El Mundo” informaba así:

Primero pararán las horas impares, después ya se verá. «Todo depende de si el Ministerio opta por presentar o no el decreto o atiende a un diálogo social al que nosotros estamos abiertos», reconoce a EL MUNDO el coordinador de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, Antolín Goya. Tras este preaviso sus planes de echar el freno a la carga y descarga en los puertos españoles se pondrán en marcha, si nada lo impide, el lunes 20 de febrero y serán en días alternos. Por tanto, los estibadores no llevarán a cabo sus trabajos de momento tampoco el miércoles 22 ni el viernes 24. «Una de nuestras principales reivindicaciones es que se cumpla la sentencia pero que el documento resultantes contenga un modelo defendible y bien argumentado», defiende Goya. Y si no fuese así, «queremos alternativas».”


Con esto se abrió el período de mayor conflictividad en el proceso, el que abarcaba desde el 8 de febrero hasta las vísperas de la primera convocatoria. Las empresas de los puertos pronto comenzaron a denunciar “boicots” de los estibadores:

La Sociedad de Estiba y Desestiba del Puerto de Valencia (SEVASA) ha denunciado este jueves en un comunicado el "boicot" que, asegura, están sufriendo las empresas por parte del colectivo de estibadores, que está produciendo la caída de un 60 % de la productividad de las terminales. SEVASA ha indicado que desde que el Ministerio de Fomento anunció su voluntad de reforma de la estiba mediante decreto ley, en cumplimiento de la sentencia del 11 de diciembre de 2014 del Tribunal de Justicia Europeo, las empresas están "sufriendo marchas lentas" en los muelles. Hay también, según la entidad, "acciones injustificadas" dirigidas a "obstaculizar" la asignación del personal necesario para desarrollar con normalidad la actividad de estiba y desestiba. Estas medidas de "boicot" por parte de los trabajadores, según SEVASA, han reducido aproximadamente un 60 % la productividad en las terminales, y ocasionado "graves perjuicios económicos" a la cadena logística que requiere de los servicios del recinto portuario. En los últimos días, esta caída en el rendimiento está ocasionando pérdidas muy importantes al conjunto de la comunidad portuaria, ha asegurado.”


Pero el único objetivo de todos los sindicatos, desde el comienzo del conflicto, era obtener condiciones para una negociación, utilizando el fantasma de una huelga como forma de presión que, de denegarles las condiciones del diálogo, podrían llevar a cabo.

Aquí estaban de acuerdo tanto las patronales como los sindicatos y los partidos políticos burgueses [1]. El acuerdo se podría forzar mediante la propia huelga y no sólo amenazando con ella, ya que de la primera forma la presión a los capitalistas (que incurrirían en pérdidas) sería mayor que mediante la palabra, en una mesa de negociación.

La negociación, en el conflicto sindical, debe ser el resultado de una huelga, pero no su condicionante. Esto es así porque sólo de este modo se podría asegurar una presión suficiente sobre los capitalistas, la patronal, como para que esta cediese a los trabajadores algunas mejoras en su situación como explotados, asalariados, y a su vez presionase al gobierno para rebajar el tono del Decreto Ley.

Sin embargo, ese decreto les interesa mucho como patronal, ya que al reducir el salario y facilitar los despidos proporcionaría mayores beneficios a los capitalistas. De esta manera, si están llamando a la negociación, no es sino para evitar una huelga que los pusiese en un aprieto y situase el estoque de parte de los obreros. Y aquí el oportunismo de los grandes sindicatos, como de los partidos burgueses, como de la misma Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, se hace notar.

Desde nuestro Partido no podemos sino pedir a esta coordinadora que reanude acciones intrépidas, que movilice las cajas de auxilio que seguramente tienen (o al menos los sindicatos solían tener para permitirse las huelgas de larga duración) y que prepare una huelga que se extienda en el tiempo. Sólo así, con una huelga general de estibadores, la solidaridad del resto de trabajadores del Estado sería aún más fuerte que ahora y el Decreto ley quedaría verdaderamente cuestionado, y los capitalistas presionados.

Pero pronto entraron a escena los partidos burgueses, como el PSOE, Ciudadanos y Podemos, para hablar en contra del “Decreto Ley” y ganarse así el favor de los estibadores con fines electoralistas. El caso del PSOE es el más paradigmático:

El secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, Miguel Ángel Heredia; el portavoz de la Comisión de Fomento, Cesar Ramos y el responsable de Asuntos Maritimo-Portuarios, Salvador De la Encina, se han reunido este jueves con responsables de Anesco y del sindicato Coordinadora.En ambos encuentros, los diputados socialistas han hecho ver a las partes que “el Gobierno no lo está haciendo bien”, al extralimitarse con el Real Decreto Ley que pretende aprobar, vulnerando el derecho de los trabajadores. De la Encina asegura no entender “por qué se han roto por parte del Gobierno las bases de un acuerdo que patronal y sindicatos tenían casi cerrado y, sin embargo, se insiste en seguir dañando a la economía nacional”. El diputado socialista considera que “en política, lo peor es persistir en el error” y, por eso, espera que “el Gobierno tome el camino del diálogo y no opte por la senda de esperar que el Decreto decaiga, porque sería una derrota histórica en la actual democracia”, concluye.”

Sin embargo, lo que realmente el importa al PSOE es exactamente lo mismo que a las grandes empresas:

El PSOE ha advertido que si no hay un acuerdo explícito entre la patronal y los estibadores no apoyará la convalidación del Real Decreto Ley que reforma este sector y que, previsiblemente, será debatido el jueves en el pleno del Congreso tras ser pospuesto una semana para dar más margen a la negociación. […] Hernando ha agregado que es «fundamental» que las partes alcancen un acuerdo sobre la reforma de la estiba que sea «explícito» y ha incidido en que su grupo parlamentario está de acuerdo en cumplir las sentencias que marca la Unión Europea pero «con suficiente diálogo».” (http://www.abc.es/economia/abci-psoe-reitera-rechazo-reforma-estiba-si-no-acuerdo-entre-trabajadores-y-patronal-201703131923_noticia.html)

Esto es excatamente lo mismo que decían los demás partidos burgueses (https://www.youtube.com/watch?v=1gLe5gorVzY).

Ahora bien… ¿Diálogo con intereses opuestos? ¿Acaso van a pedir otra cosa los capitalistas que maximizar la opresión, la explotación? ¿Acaso no les interesa? ¿Acaso no es esto contrario al interés de los obreros? Buscar un “punto medio”, buscar “mejorar las condiciones de explotación”, no abolir la explotación, va a reproducir los problemas, va a volver a volver dar problemas con el tiempo a los trabajadores.

Nuestro Partido tiene muy claro que no es suficiente pedir aumentos en el salario, pues la esclavización asalariada seguiría en pie; una esclavización asalariada basada en la existencia del trabajador como mercancía, como “fuerza de trabajo”, de la que se apropia el capitalista junto a sus resultados productivos.

El salario es la “fuerza de trabajo”, es el pago porque ésta fuerza se mantenga en el tiempo; es decir, para que el obrero pueda volver al trabajo al mes siguiente. Pero “fuerza de trabajo” no equivale a “trabajo efectuado”. No; el trabajo efectuado es mayor al trabajo pagado, que es tan sólo el que se corresponde con la fuerza de trabajo.

Todo el valor en que se miden estas dimensiones (“trabajo”, “fuerza de trabajo”), según nos enseña Karl Marx en “El Capital”, corrigiendo a los grandes economistas clásicos (como Adam Smith y David Ricardo), se puede reducir a horas de trabajo. Las mercancías diferentes (un teléfono móvil y una libreta) se pueden intercambiar sólo porque son medidas con un valor equivalente. Este intercambio se efectúa a través de una tercera mercancía, el dinero, con unas equivalencias pactadas por los gobiernos y el Banco Mundial, en base a un patrón que mide el valor (antes de 1973, el oro; hoy el dólar basado en el PIB de EE.UU.).

Así, el valor de la fuerza de trabajo (es decir, el salario) se corresponde con las horas de trabajo necesarias para que el trabajador pueda volver a trabajar un día sí y otro también. Estas horas de trabajo son aquéllas que, de media, se necesitan para producir todas aquellas mercancías básicas para el sustento del trabajador (la cesta de la compra, la vivienda, etc.).

Se sobreentiende que ese trabajo necesario para el sustento del trabajador equivale con una determinada cantidad de horas de trabajo, y que ese “trabajo necesario” es una fracción de toda la jornada laboral. Siendo pues sólo una fracción de la misma y no toda la jornada, se entiende que no nos pagan de acuerdo al trabajo efectuado, sino al trabajo necesario para mantenernos vivos, con más o menos fluctuaciones (situándose por encima o por debajo de ese valor) según las condiciones del mercado de trabajo, etc.

¿Qué ocurre con el resto de la jornada? Se la apropia el capitalista.

La lucha por subir los salarios es, pues, una lucha por reducir la fracción de la jornada laboral que se apropia el capitalista (llámese este Zara, llámese Estado capitalista), y por aumentar, así, la fracción de la jornada que perciben los trabajadores.

Pero no es una lucha por abolir esa apropiación totalmente injustificable, hoy, que se hace el capitalista del trabajo. Esa apropiación es la llamada explotación del trabajo por el capital, y la fracción que excede el trabajo necesario para mantener al obrero, plusvalía.

Por eso, Marx y Engels nos dicen, con toda la razón del mundo:

Salario justo, en condiciones normales, es la suma precisa para asegurar al obrero los medios de subsistencia necesarios, de conformidad con el nivel de vida dentro de su situación y la del país, para conservar su capacidad de trabajo y para propagar su especie. […] Jornada justa es aquella que por su duración e intensidad no priva al obrero, a pesar de haber gastado por completo ese día su fuerza de trabajo, de la capacidad de realizar la misma cantidad de trabajo al día siguiente y en los sucesivos. La transacción es, pues, así: el obrero entrega al capitalista toda su fuerza de trabajo diaria […]. A cambio de ello recibe los objetos justamente necesarios, y no más, para la vida, lo que se necesita para que la transacción pueda renovarse un día tras otro. […]” (Friedrich Engels; “Un salario justo por una jornada justa”, 1881).

Más adelante, el autor añade:

Examinemos, sin embargo, de qué fondo paga el capital este salario tan justo. Del capital, se entiende. Pero el capital no produce valor. Quitando la tierra, el trabajo es la única fuente de riqueza; el capital no es otra cosa que producto acumulado de trabajo. Por tanto, el trabajo se paga con trabajo, y el obrero es pagado con su propio producto. Según lo que podemos denominar como justicia común, el salario del obrero debe corresponder al producto de su trabajo. Pero, según la Economía Política, esto no sería justo. Al contrario, el producto del obrero se lo queda el capitalista, y el obrero no recibe de él mas que lo estrictamente necesario para la vida. […] Así, como resultado de esta competición tan desusadamente “justa” [es decir, “curiosamente” o “extrañamente” “justa” – nota nuestra], el producto del trabajo de quienes trabajan se va acumulando inevitablemente en las manos de quienes no trabajan, convirtiéndose en una potentísima arma para la esclavización de los mismos que lo produjeron” (Friedrich Engels, “Un salario justo por una jornada justa”, 1881).

Sólo gracias a la lucha sindical, sucedida desde tiempo atrás hasta nuestros días, ocurre que los obreros pueden percibir algo más de lo estrictamente necesario para la vida, en algunos casos (trabajos cualificados). Esto mientras otras ramas de la economía hunden en la miseria a sus trabajadores, o directamente los echan a la calle (¿quién no se acuerda de la “desindustrialización” comandada por el PSOE con Felipe González a la cabeza?).

El interés del capitalista tiende a la disminución del empleo de la mano de obra (sin perder productividad gracias a su dominación burguesa de las máquinas que ayudan a producir más en menos tiempo) y a la reducción tanto relativa (cobras lo mismo que antes pero por hacer más trabajo que antes) como absoluta (cobras menos por el mismo trabajo) del salario que perciben quienes permanecerían empleados. El interés del obrero, por el contrario, tiende al alza del salario.

Los compañeros estibadores deben saber, por sus numerosas reuniones con la patronal, que ese esquema se cumple siempre.

Los compañeros estibadores deben saber, además, que aunque le arranquen concesiones a los capitalistas en las negociaciones o las huelgas, la propia marcha de la producción capitalista lleva a los patronos a reducir costes de donde pueden: de los salarios y la mano de obra. El Real Decreto es algo que tenía que pasar necesariamente mientras se mantuviese en pie este brutal sistema que produce miseria por los cuatro costados.

Si el capitalista no ha podido entenderse con el obrero –escribe Engels–, se encuentra en condiciones de esperar, valiéndose de su capital. El obrero no. No tiene otros medios de vida más que su salario […] Desde el principio mismo, el obrero se encuentra en condiciones desfavorables” (Friedrich Engels; “Un salario justo por una jornada justa”, 1881).

La patronal y los partidos como el PSOE, Podemos y C’s van a presionar por conseguir de los estibadores, con concesiones a su lucha, que estos apoyen un Decreto Ley supuestamente bondadoso con los trabajadores. Pero el único objetivo del Decreto, se maquille como se maquille, es “dinamizar” el sector. Y eso, tarde o temprano, por mucho que se opongan de boquilla los partidos burgueses y la patronal, significa disminuir los salarios y reducir la plantilla.

Es decir, lo único que pretende la patronal es conseguir que el Decreto se apruebe, tengan que camuflarlo como sea, para una vez aprobado dejar ver su auténtica naturaleza opresora. Es lo único que pretenden con las apelaciones a la negociación.

La Coordinadora aludía lo siguiente, tristemente:

Las declaraciones de los distintos grupos parlamentarios, Ciudadanos, PSOE, Podemos y Coalición Canaria, que han asegurado que no respaldarán una reforma legislativa sin negociación ha logrado que el ministro acepte abrir una vía de diálogo. Durante la tarde de hoy el ministro de Fomento ha dicho que retrasará la presentación del Decreto Ley sobre la estiba que había manifestado que llevaría al Consejo de Ministros del próximo viernes, 17 de febrero. Este retraso, solicitado por Ciudadanos, PSOE, Podemos y Coalición Canaria, viene condicionado a la suspensión de la huelga convocada por Coordinadora, CCOO, UGT y CIG, para la próxima semana y a que se inicie, de inmediato, la negociación entre las empresas y sindicatos sobre las materias que no aceptan incluir en la norma: garantía de los puestos de trabajo (subrogación), profesionalidad de los trabajadores y modo de organización del trabajo en los puertos. Así, los sindicatos, no ejercerán su derecho a la huelga. Esta convocatoria al paro de los puertos solo perseguía llamar la atención sobre lo intolerable de una imposición en una modificación legislativa de este calado. Si se abre la puerta al dialogo y al consenso, queda sin sentido esta medida. Falta por confirmar, para dar por desconvocada la huelga, la disposición de las empresas a la negociación, después de que ayer se negaran a que esta tuviera lugar hasta la aprobación del Decreto Ley. Los trabajadores quieren pensar que, si es ahora el Ministerio quién abre esta posibilidad, la patronal también se avenga a hacer un ejercicio de entendimiento.” (http://www.coordinadora.org/noticias/estibadores-ceep/14721-fomento-retrasa-la-presentacion-del-decreto-ley-en-el-consejo-de-ministros-de-este-viernes-por-lo-que-los-estibadores-no-ejerceran-su-derecho-a-huelga?server=1)

Sin embargo, ¿qué ejercicio de entendimiento hicieron los capitalistas? ¡Veamos unas muestras!

José Luis Almazán, vicepresidente de PIPE (Plataforma de Inversores de Puertos Españoles), mostró su malestar con la actuación de los estibadores, al considerar que se trata "de uno de los pocos colectivos que mantiene unos privilegios que son intolerables". En declaraciones al programa 'Más de uno' de 'Onda Cero', aseguró que la Plataforma ha valorado este problema, aunque entiende que el único que puede solucionarlo es el propio sindicato de estibadores.”

¡Demasiados privilegios y que debe ser la propia Coordinadora quienes “remedien esta situación”! ¿Se puede ser más bocazas? Este señor Almazán, sin embargo, no es sino un reflejo de lo que piensan todos los capitalistas, aunque sea más descarado que aquéllos que tras siglas variopintas debaten en el Congreso.

Ahora bien, la propia Coordinadora admitía:

Los rápidos contactos y el trabajo realizado por los principales sindicatos con los grupos parlamentarios de la oposición, noticia que NAUCHERglobal avanzó en exclusiva, hace justo una semana, ha dado sus frutos y Ciudadanos, Podemos y, sobre todo, Partido Socialista, han señalado públicamente que no darán su apoyo en el Congreso a las maniobras del ministro De la Serna y José Llorca, quién debería ser cesado inmediatamente. De hecho, políticos dentro del propio Grupo Popular habrían pedido su cabeza y la del secretario de Estado, Gómez Pomar. En un comunicado conjunto de Coordinadora, UGT, CCOO, CIG y CNT; como convocantes de los paros, señalan que “la oposición del PSOE a la convalidación del Real Decreto Ley 4/2017 aprobado por el Gobierno abre una nueva oportunidad para el diálogo y la negociación, exigida también por el resto de grupos políticos”. Muy a su pesar, al Gobierno de Mariano Rajoy no le quedará otro remedio que negociar con patronal y trabajadores que, como también ha adelantado NAUCHERglobal, estarían cerca de llegar a un acuerdo al menos sobre los principales puntos a convenir. No obstante, con vista a la opinión pública y a la prensa no especializada, los trabajadores señalan que “no ha habido ningún avance en la negociación”, ya que “las empresas no se comprometen a mantener en sus puestos de trabajo a sus actuales trabajadores portuarios, ni aportaron los datos que se comprometieron entregar a los sindicatos y al presidente del CES para justificar los supuestos excedentes de las plantillas en cada puerto”. Es claro postureo… Pese a ello, las negociaciones reales, que no oficiales, dan un papel más preponderante a multinacionales como Maersk, y dejan fuera de juego a la estadounidense JP Morgan (Noatum) o a la plataforma PIPE de José Luis Almazán (miembro, como no podía ser de otra manera, del Partido Popular). Así, la intención de los trabajadores con la suspensión de los dos primeros días de huelga es crear ‘un clima de normalización laboral que anime al Ministerio de Fomento a salir de su cerrada posición e invite a la negociación real, mediante la constitución de una mesa de diálogo sobre la modificación del Decreto Ley presentado’.”

La posición de los sindicatos es totalmente errónea y hostil a la clase trabajadora. Están viendo que la negociación no es posible, y aún así “luchan por ella”. ¡La clase obrera debe hacer valer su auténtica fuerza y al menos forzar con la huelga a frenar las leyes y prácticas antiobreras!

La Coordinadora está haciendo muchas concesiones a los capitalistas, siguiendo la influencia negativa de CCOO, UGT y los partidos burgueses. Se les está presionando para que acepten un Decreto falsamente modificado, sin siquiera la participación del Ministerio de Fomento en la negociación:


En esta línea se emplazan asimismo las instancias europeas, cuyo único fin, recordemos, junto al de los capitalistas españoles, es “dinamizar el sector” de la forma que sabemos: aumentando la plusvalía que nos estrujan. Veamos unas declaraciones que no tienen precio:

La comisaria de Transportes de la Unión Europea, Violeta Bulc, ha solicitado a los partidos políticos españoles que respalden el diálogo social entre los sindicatos de estibadores y la patronal (Anesco) para desatascar el conflicto en los puertos españoles. «Les aliento a dar apoyo a este diálogo» para que la reforma del régimen laboral de la estiba alcance «resultados tangibles» y garantice «la aplicación» del real decreto-ley aprobado hace dos semanas por el Gobierno en Consejo de Ministros y que debe ser convalidado en la Cámara Baja. Bulc, que ha intervenido en la comisión mixta de Fomento y para la Unión Europea que ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados, ha recalcado que las «intenciones» que guían el diálogo social, tras una norma con la que el Ejecutivo pretende dar respuesta a una sentencia condenatoria del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, «son buenas» y así espera que «lo sean también sus resultados». En este sentido, la política eslovena mostró su defensa de las medidas adoptadas por la Administración española y urgió a su inmediata aprobación. «La Comisión respalda plenamente el real decreto. Hemos esperado mucho tiempo», indicó e hizo hincapié en que Bruselas confía en que el 24 de marzo (fecha límite para la convalidación parlamentaria) estará aprobado el real decreto en la Cámara Baja. De lo contrario, advirtió, el Ejecutivo comunitario podría intervenir nuevamente. «Tendremos que adoptar medidas ulteriores», zanjó.” (http://www.abc.es/economia/abci-comision-europea-pide-partidos-espanoles-apoyen-dialogo-entre-patronal-y-estibadores-201703071443_noticia.html)

¿No es esto una amenaza? ¡O aceptáis el Decreto que “dinamiza el sector” con el maquillaje puesto, por vuestra cuenta, o bien os lo imponemos como nos venga en gana! ¿Qué medida nos queda para hacer frente a semejante violencia del capital? ¿Buscar un diálogo apoyando su propia posición, o “levantar en armas” los puertos españoles para darles una buena lección de fuerza y de qué clase detenta en sus manos el porvenir? ¡Para nosotros está claro!

Pero por lo pronto, se han desconvocado parte de las jornadas que había programadas para marzo. Se debe poner a fin a esta tendencia. Cómo hacerlo es algo que lleva implícita la línea de nuestro Partido, que queremos dar a conocer a los estibadores para que puedan armarse y luchar contra el capital.

Pero veremos cómo prosiguen los acontecimientos.

La línea de nuestro Partido es como sigue:

a) Apoyo a una Huelga general de estibadores del Estado para presionar a los capitalistas, propiciándoles pérdidas reales, para que el Decreto se frene lo máximo posible. La huelga es un elemento de presión más fuerte que la negociación con posibilidad de huelga.

b) Exhortación a los demás trabajadores de todo el Estado para manifestarse en apoyo de los estibadores.

c) Necesidad de la organización de los Consejos del Pueblo para crear organismos capaces de arrancarle la política de las manos a los explotadores y corruptos y darle las riendas del Estado a los trabajadores de forma directa, como única condición para que estos Decretazos no se vuelvan ni a repetir.

d) Anulación de las deudas con el extranjero y compromisos con la U.E. desventajosos para los trabajadores.

e) Organizar a los trabajadores para que puedan asaltar los medios de producción y hacerse dueños de ellos, única condición para suprimir la explotación asalariada y la miseria reinantes en España y el mundo.

No en vano nos decía Karl Marx:

Los sindicatos trabajan bien como centros de resistencia contra las usurpaciones del capital. Fracasan, en algunos casos, por usar poco inteligentemente su fuerza. Pero, en general, son deficientes por limitarse a una guerra de guerrillas contra los efectos del sistema existente, en vez de esforzarse, al mismo tiempo, por cambiarlo, en vez de emplear sus fuerzas organizadas como palanca para la emancipación final de la clase obrera; es decir, para la abolición definitiva del sistema de trabajo asalariado” (Karl Marx; “Salario, precio y ganancia”, 1865).

Y dicha abolición es imposible sin una revolución comunista, y ésta también, si no organizamos a la clase obrera y al pueblo trabajador fuera de la influencia de aquéllos que piden para los obreros no la emancipación (obra de ellos mismos), sino unas mejores condiciones de explotación, simplemente; nada mas. ¿Qué opinión nos merecería quienes en vez de luchar por sacar al justo de la cárcel pidiesen para él unos barrotes de oro en lugar de acero?

No sabemos hasta qué punto los sindicatos mayoritarios en España, UGT y CCOO, han arrastrado a sindicatos menores y de ramas laborales específicas (como la Coordinadora) a su visión burguesa alejada del objetivo expuesto por Marx: la completa emancipación de la clase obrera. Pero que ese alejamiento es una traición a esta clase obrera, revolucionaria por su misma esencia, y al pueblo, es un hecho. ¡Que no siga teniendo aceptación entre vosotros, trabajadores! ¡Que no os engañen sobre el “consenso” con vuestros explotadores!

¡Por una lucha abierta de los estibadores contra el capital!
¡Abajo el Decretazo!
¡Abajo los partidos burgueses!
¡Que viva la lucha de la clase obrera y el pueblo!


[1] Webgrafía suplementaria con información no citada en el artículo pero sobreentendida:

























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